Indignante destino final de los cráneos de las niñas de Alcásser: convertidos en "piezas de museo"

Los restos permanecen almacenados y expuestos en una vitrina, cada uno identificado con un cartel con el nombre de la víctima.


El resurgimiento del caso Alcásser, que tuvo lugar en 1992 y que investigaba el secuestro, violación, tortura y asesinato de Miriam García, Toñi Gómez y Desireé Hernández supuestamente por parte de Antonio Anglés y Miguel Ricart (el primero, prófugo aún a día de hoy, el segundo, el único juzgado y condenado, ya en libertad desde 2013), sigue imparable a día de hoy.

Tras la aparición de unos huesos que, al parecer, no fueron recogidos en su día por los investigadores en la fosa donde aparecieron enterrados los cuerpos de las niñas, y tras su cotejo y análisis de ADN, y la confirmación de que pertenecían a Míriam García (una de las víctimas a las que le faltaba una mano, en el momento de la apertura del caso), el caso vuelve a ser noticia tras desvelarse un auténtico escándalo por parte de Fernando García, el padre de Miriam, y es que al parecer, casi 30 años después de que se encontraran los cadáveres y de su posterior entierro, algunos restos de las niñas todavía no han sido entregados a la familia.

Lo desveló en uno de los programas de El Rincón del Disidente, un podcast sobre casos reales que, o no han sido cerrados, o que siguen siendo carne de debate. Así, en el capítulo, que puedes escuchar aquí, el padre afirma que los cráneos de su hija y sus dos amigas, se encuentran supuestamente a día de hoy en una vitrina en la Universidad de Sevilla, expuestos cada uno con un cartel indicativo con el nombre de a quien pertenece cada resto óseo. Puedes escucharlo exactamente a partir del minuto 43:45.

Pese a que se trata de una información no confirmada, él afirma que los ha visto con sus propios ojos ya que acudió a observarlos personalmente para comprobar si era cierto que su hija tenía una gran deformación en el cráneo, tal como afirmaba el informe de la autopsia, pudiendo comprobar in situ que el cráneo de su hija no tenía tal deformación. 

Bien es cierto que en el momento de enterrar a las niñas, sus cuerpos no estaban completos, ya que los cráneos y algunas extremidades fueron enviados al Instituto Nacional de Toxicología con el fin de ser analizados en busca de sustancia. Es perfectamente factible que tras su análisis fuesen retornados al Doctor Frontela, forense que realizó las segundas autopsias y que no pudo ver los cráneos ni esas otras partes porque ya habían sido enviadas a Madrid, y que hayan permanecido allí desde entonces, ya que era catedrático de la Universidad de Sevilla.

Pese a que tras pasar unos años al cierre de un caso se suele exigir que estas muestras óseas sean retornadas a la familia, o bien sean destruidas (normalmente incineradas), la permanencia de una fase del caso en el Juzgado de Alzira, en espera de alguna noticia sobre el paradero de Antonio Anglés, ha podido ocasionar que estas muestras biológicas permanezcan intactas, del mismo modo que aún no se ha desguazado el coche en el que supuestamente fueron secuestradas.

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